domingo, 24 de agosto de 2014

El peor momento



 El peor momento

Hicieron falta una serie de incidentes para llegar a ese momento. En su cabeza él solo veía el momento y después siguiendo con el recorrido mental no terminaba de darse cuenta que los resultados iban más allá de sus pensamientos, su ser como esencia. Nuestro organismo y nuestra mente hacen tratar de redimir nuestro presente a través de pensamientos positivos y alejados de culpas; esto es bueno, es nuestro instinto de supervivencia. Seguir albergando pensamientos negativos de nuestras personas no es bueno para la salud. Nuestra mente ha pasado por siglos de evolución. Aún somos ese ser que con miedo se desprendió de las cavernas. Cada expresión artística parten del ser primitivo que descubrió el mundo. Todos estamos ligados, nuestra naturaleza está ligada. Somos un recuerdo universal, somos instinto en un traje. Somos guerra, avaricia, deseo, celos. La mayoría de nosotros no nos hemos podido desprendernos del cavernícola temeroso de la luz y de los rallos. Le tenemos miedo a la naturaleza, aunque no queramos admitirlo. Esta actitud es la mentira más grande que nos hacemos a nosotros mismos. Las flor se marchita, pero en su esplendor, puede ser uno de los seres más hermosos de este mundo.
Dentro de este mundo no existe verdad absoluta fuera de las verdades naturales. Su postura y la de ella eran las correctas. La pelea se acaloró. Todos los problemas relacionados con nuestra humanidad, nuestras reacciones mundanas, siglos, milenios de evolución. No es bueno desde el punto de vista de uno o del otro culparse. Al final ella ya no quería más y él no lo aceptó. Esto entendido por un vago instinto de preservación.
1.
Carlos un día despertó sin otra intención que recibirse de su carrera. Cuando Carlos se sentó, platicó con una mujer llamada Laura. La plática efímera se convirtió en amistad. Carlos envía un mensaje a Laura sin ningún objetivo más haya de ser amigos y ella lo recibe y le expone que tiene novio. Echo que ya le había platicado en repetidas ocasiones. Las intenciones son claras para ambos. Omar, él novio de Laura platica al respecto. Él no está de acuerdo. – ¿Quién puede definir lo que está correcto o no en una relación?, ¿Qué es socialmente aceptable y que no? Ambos han pasado por suficiente para confiar él uno del otro. Simplemente hay algo ahí y ese es el principio del desastre.
Cuando se despidió de ella tres semanas antes, el sentía que algo iba a pasar. Había palabras, besos y abrazos, pero algo pasaba por su mente, la fría sensación de que algo estaba por suceder y que debía de guardar esa imagen para siempre. La imagen en que era amado pero ella y que nada más importaba. Cuando ella se despidió ella sentía que era el hombre de su vida y que podría estar parada para siempre viendo su carro partir. Ambos tenían una historia. Quien diría que una situación, unas palabras, una noche, un intento, eran suficientes para destruir ese momento que ellos deseaban inmortalizar en el tiempo. Él presente importa, es lo único que importa. El futuro no existe y pasado ya fue.
Ella recibe la invitación, después de que Omar sarcásticamente le dice que le pregunte a donde la va invitar a salir. Laura no tiene malas intenciones, quizás Carlos tampoco las tiene. Pero un día después de 3 días de tener discusiones al respecto de que está bien y que está mal Laura acepta la invitación de Carlos, con las intenciones claras de que son amigos. Laura le dice a Omar, Omar se enoja con ella y discuten, al final él termina cediendo, pero con la condición de que en un futuro no salga con más hombres a solas. Cuando él platicaba con ella, él sentía que lo que estaba a punto de pedirle era demasiado ridículo, él le pide que le diga te amo por él teléfono cuando se suba al carro. Ella cuelga el teléfono en el momento que sube al carro. Esto desencadena una serie de sucesos que llevaron al caos.

2.
Lo que sucedió queda en una amarga pesadilla para los tres. Ninguno de los tres conscientemente quería hacer daño. Quizás el problema pasó mucho antes.
Al finalizar, su mente se desprende de su cuerpo y queda un pedazo de maza horrible. Al final el brillo desapareció y se volvió  este ser despreciable que termina diciendo una vulgar palabra llevado por la desesperación. Se esfumaba con ellos el amor, se esfumaba la sensación de respeto, de cariño. Hace un mes ambos estaban acurrucados entre ellos, satisfechos con sus cuerpos desnudos, ella le preguntaba a él si siempre estaría con ella, él le respondía que nunca dejaría que nada les ocurriera. El acontecimiento que marcó sus vidas hubiera sido observado por esos seres a lo lejos y no aceptarían esas imágenes, solo serían sombras perdidas en el mundo, en el odio. Si él se hubiera dormido esa noche nada de lo acontecido habría pasado, si ella le hubiera preguntado a él si era correcto y hubiera aceptado la decisión, ambos no hubieran discutido. Si Carlos, se hubiera sentado en otro lugar ella no se hubiera vuelto amiga de él. El destino y él mundo funciona de interesante manera. Bastó un incidente para que Omar mostrara su peor faceta. Una faceta que no fue tolerada por Laura y que le hizo matar cualquier sensación que sentía hacia él. Omar intentó todo después para tratar de arreglar todo, lloró y se denigró, la amenazó con suicidio, terminó transformando su cuerpo en una forma cobarde y despreciable. Las familias de ellos brindan consuelo, pero él no estaba en su casa cuando lo peor ocurrió, y ella no estaba en su cuarto para verlo derrumbarse. Al final uno no puede decir quien está bien o quien está mal, como en la naturaleza las cosas simplemente son.  Ojalá y el recuerdo de esos seres hermosos, abrazados en él sudor, jurando amor eterno, sea inmortalizado por Dios en él paraíso, por que las cosas se miden con lo que son en este momento y no en el pasado. Ella no podrá recordar ese momento, él tendrá que olvidar todo.
Desearla de regreso es lo peor. Omar destruyó una parte de él. Laura destruyó una parte de ella. Los sentimientos son mucho más complejos de lo que se pueden ver. Al final ambos no pueden ser esos dos seres acurrucados dormidos, abrazados, perdidos en él regocijo. El tiempo no perdona, él amor se ha esfumado.
Al final ninguno de los dos estaba preparado para lo que sucedió. Entonces yo me pregunto: ¿Paraqué pensar en volver, si ya se hicieron mucho daño?…